♣ Éste es mi Libro de Visitas, en el cual podéis dejar constancia de todo aquello que queráis. Perdonadme que no pueda contestaros personalmente porque son muchos los mensajes diarios que recibo pero quiero que sepáis que los leo con mucho orgullo y alegría ♣
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lunes, 30 de junio de 2008
Poesía "LAS HADAS", de María Celeste Pérez
Las hadas pueden volar
y conocer el más allá.
Al mundo de su encanto
ellas te pueden llevar.
Conocer países mágicos
y jardines encantados,
pasear por cada cuento,
visitar castillos mágicos y
poder volar sobre sus alas.
Yo pude estar en su lugar,
pude sentir esa magia en mí
y aprender a compartir,
me di cuenta que todo era real
porque yo era un hada especial.
LA MAGIA DEL BRUJO
La magia es el arte de moldear el poder del Caos al deseo de uno.
Los practicantes del arte deben ser maestros en un vasto y complicado cuerpo de conocimientos y parece que las mujeres tienen una predisposición especial para ella.
El Poder unido a una fórmula de encantamiento puede ser utilizado para sanar, teletransportación, destrucción, crear ilusiones, y alterar la forma. Gracias a la magia, también es posible crear glifos mágicos y amuletos, como los medallones de los brujos.
Las señales de los brujos son hechizos muy simples, más que nada quinéticos o que influencian en la mente. Para usarlos, necesitan concentrarse y una postura de la mano. Lanzar señales no consume tiempo, así que los brujos lo utilizan para luchar contra monstruos.
Los brujos utilizan fórmulas o signos mágicos creados por Magos antigüos.
Debido a sus poderes, envejecen más lentamente que el resto de la gente. Pueden extraer energía mágica de los cuatro elementos, teletransportarse a largas distancias y curar, al igual que matar, en un solo parpadeo.
domingo, 29 de junio de 2008
CUENTO DE UNA SIRENA. De Rodolfo Dada
Hace muchos, muchos años,
me hice amigo de una sirena.Tenía el pelo de coral y sólo conocía
la lengua de las algas.
Ella me invitó a su casa.
Compré un traje de buzo
y descendimos las corrientes del mar.
Su casa era una cueva entre acantilados.
Tenía una cama de piedra,
una estufa de aguas turbulentas
y la campana de un naufragio.
Hice amistad con pulpos y medusas,
y conversaba con los peces
mientras ella regresaba
después de cantarle a los marinos,
y de la mano recorríamos
los jardines del mar.
Pero un día se me acabó el aire,
-¡Me ahogo! -le dije
Salí a la superficie.
Nos abrazamos con tristeza.
No podía vivir más en su cueva.
Ahora, cuando escucho el canto de sirenas
en medio de la noche,
saco un remo y navego hasta su isla.
domingo, 15 de junio de 2008
¡CREO EN LAS HADAS! Por Felicia D. Browne Hemans
¡ Ah ! ¡ Las hadas !, tan tiernas y graciosas,
que de niños veíamos a todas horas.
Entonces deseábamos poderlas tocar
y también lo imposible : junto a ellas volar.
Pero los años han pasado, hemos crecido,
y en adultos fríos nos hemos convertido.
Ya no vemos, ni despiertos, ni en nuestros sueños,
los seres en los que creíamos de pequeños.
Y a pesar de todo, cada mañana sin faltar,
las mimosas hadas nos vienen a despertar.
El sueño cansino que alejamos de los ojos
lo guardan ellas en lindos tazones rojos.
Y sin desesperar, se sientan y esperan
a que digamos las palabras que tanto anhelan:
" ¡ Creo en las hadas ! " ¡ Dilo alto y claro !
Vamos, amig@, no tengas reparo.
Cada vez que lo pronuncies conseguirás
que sobreviva una delicada hada más.
Si dices: " ¡ No creo en las hadas ! ", en cambio,
un hada morirá sin poder remediarlo.
" ¡ Creo en las hadas ! "
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