♣ Éste es mi Libro de Visitas, en el cual podéis dejar constancia de todo aquello que queráis. Perdonadme que no pueda contestaros personalmente porque son muchos los mensajes diarios que recibo pero quiero que sepáis que los leo con mucho orgullo y alegría ♣
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"Que la alegría reine en vuestros corazones e ilumine todos y cada uno de vuestros días. Que vuestros sueños e ilusiones cobren vida en este Nuevo Año"
Gracias de corazón a tod@s los que durante este año, me habéis acompañado en La Hora Mágica. Agradezco todas las muestras de cariño recibidas, desde todas partes del mundo, algo impensable para mi cuando comenzé esta mágica aventura. Espero seguir llenando horas de ilusiones en el nuevo Año que comienza.
El invierno trae consigo días grises, frío y nieve. Los pájaros emigran hacia tierras más cálidas y los árboles se quedan sin hojas. Muchos creen que las hadas duermen durante el invierno, al igual que lo hacen algunas plantas y animales, pero si esto fuera así, quién cuidaría de nuestros bosques y los animales que en él habitan.
En lo más crudo del invierno, las hadas no tienen tiempo para descansar mucho. Ellas son quienes se ocupan cuidadosamente de los árboles y las plantas perennes, los revitalizan con su energía espiritual y previenen o reparan los daños que pueden ocasionar la nieve y el frío en los arbustos más frágiles.
Cuidan de los pequeños animalitos y les buscan refugio. Extienden sus alas sobre los arroyos para que no se hielen y al amanecer, soplan suavemente sobre las flores para quitarles la escarcha.
Entre todas las hadas del invierno destaca “El Hada del Árbol de Navidad”, como la más representativa de esta estación. La noche del 22 de diciembre, el Hada del Árbol de Navidad, llevando una varita luminosa en la mano, encabeza el cortejo del carnaval de invierno del País de las hadas. En invierno, a las hadas más jóvenes les gusta mucho lanzarse bolas de nieve (del tamaño de un guisante, por supuesto), y jugar a espantarse con ramitas de muérdagos. Los colores que lucen las hadas del invierno se corresponden con los de las plantas y flores de esta estación.
Dedico estos versos, extraídos de la poesía "Bajo el Mar", a Coca, cuya sirenita de 4 años juega alegremente junto a los ángeles del mar.
Bajo un hermoso mar de ensueños lleno de luz y radiante de color, habita la reina de un singular castillo hecho de diamantes, y corales de amor.
Sirenita, hermosa estrella de los mares, con la brillante luz que irradia al nadar si sonríe quedarás prendido de su encanto al llevar polvo de estrella en su cantar.
Su corazón lleno de ternura te embeleza, y al llegar a su presencia sentirás, la gloriosa magnificencia de su encanto, y por siempre en su real "Velero" la amarás.
