Son muchas las leyendas y las historias que se cuentan sobre las brujas... verrugas horribles, escobas voladoras, gatos negros que las rondan... hasta oscuros pactos con el Diablo!!
Cuando pensamos en las brujas, inevitablemente las imaginamos con la ropa negra, la escoba, el gato negro, los murciélagos y las telarañas, ¡ah! Y las pociones mágicas.
Hay brujas de muchos tipos: brujas buenas de magia blanca, aprendizas de brujas que no dan nunca pie con bola y lo encantan todo al revés, brujas de pacotilla, brujas curanderas, brujas maléficas que practican la magia negra y te echan un mal de ojos en menos que canta un gallo y, dentro del grupo de las maléficas, las brujas comeniños, ¡éstas son las peores!
Se las asocia muy a menudo con maldad y con la oscuridad, tal vez porque se las sabe amigas de la luna y de la noche, y lo maligno siempre se ha contrapuesto a la luz.
De las brujas se ha dicho que son capaces de hacer hechizos, volar por los aires, y ver al diablo en sus aquelarres.
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