Las hadas también lloran, aunque no lo hacen como los humanos.
El llanto de las hadas no se pierde en los pañuelos, ni se evapora en el aire.
Dicen que cuando lloran de alegría, sus lágrimas se convierten en
diminutas cuentas de colores brillantes y que las hadas hacen con ellas pequeñas joyas:
collares, pendientes y colgantes con los que adornarse y que siempre las llevan puestas para
recordar el motivo feliz que las provocó, pero si su llanto es de dolor, es distinto su destino.
Dicen que cuando los antiguos espíritus del bosque oyen a las hadas llorar de pena,
desde el mismo corazón de la tierra hacen brotar un árbol frondoso y
luminoso como el cristal y cada lágrima de hada se transforma en una hoja nueva
prendida a sus ramas que crecen y crecen.
2 comentarios:
Con que dulzura nos muestras poquito a poco la vida de las hadas.
Estoy segura que tu eres una de ellas, cuando tanto sabes al respecto...
Tienes un fantático blog (nunca mejor dicho).
Felicidades Wapa.
Isabel.
siempre me impacto el mundo de las hadas en mi niñez creia totalmente en ellas y ahora de grande sigo enamorada de esa belleza , con decirte que a mi hija para su cumple de 15 le decore el salon con hadas y estrellas y en mi mesinger siempre pongo fotos de ellas ...en definitiva son fan de las hadas
Publicar un comentario