Buscó la Luna
al Sol en madrugada
derramando su plata
por el cauce del río
y allí no encontró nada.
Buscó la niña un beso
en el surco del agua
palpitando de amor
en la noche estrellada
y allí no encontró nada.
En los ramales verdes
una rosa buscaba
el perfume profundo
para aromar su cara
y allí no encontró nada
Ni la Luna y la niña,
ni la rosa embrujada
supieron encontrar
aquello que buscaban,
porque buscaban sueños
en un mundo sin hadas.
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